Oktoberfest
Oktoberfest es una de las celebraciones cerveceras más importante del planeta. Es tal la envergadura del evento, que muchas ciudades europeas y americanas llevan celebrando esta fiesta alemana en las principales ciudades de su territorio nacional. Y es que la Oktoberfest es algo más que una simple concentración de cerverceros; es también una fiesta en la que la gastronomía alemana, el folclore y las atracciones de feria se dan cita completamente a lo loco.
Historia
En el siglo XIX, un hecho clave dio inicio al evento: el casamiento entre el príncipe Luis I de Baviera y la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghause, que ocurrió el 12 de octubre de 1810 y duró cinco días. Los habitantes de Múnich fueron invitados al Theresienwiese, un descampado en el centro de la ciudad, para celebrar la boda.
Al final de la fiesta, organizaron una carrera de caballos en honor a la unión matrimonial. Y como se trató de un momento muy divertido para todos, decidieron repetir el festejo al año siguiente, pero con una nueva idea: agregaron una feria de agricultura. Así comenzó el Oktoberfest o «fiesta de octubre».
La celebración
Entre seis y siete millones de visitantes se reúnen cada año en el campo conocido como Theresienwiese (Prado de Teresa) para la celebración de la popular festividad.
El Oktoberfest tiene comienzo cuando tras la llegada de los Wiesnwirte (propietarios de las cervecerías) escoltados por carros de caballos cargados de barriles de cerveza, el alcalde abre el primer barril de cerveza y se realiza un desfile de trajes tradicionales.
Llega entonces el momento de disfrutar de litros de cerveza, comida y diversión que corren a raudales por las carpas del festival. El Oktoberfest cuenta además con numerosas atracciones de feria, escenarios con espectáculos que van desde la polka hasta la música comercial y un espectacular ambiente festivo capaz de cautivar a todo tipo de visitantes.